Adios.

De cabeza se desliza
una gota de suspiro
atenuada por tu risa
que ya casi se me va.
Ya te extrañan mis silencios
y los ratos de descuidos
en los que algún brillo
salió de mis ojos.
Ya te sueño en lejanía
y devoro tu recuerdo
en una lágrima marchita que no saldrá.
Te sonrío en mis recuerdos
cabizbajo en mi silencio
te esbozo entre mis brazos
mientras te mando bendiciones.
Ya te veo perfecta
risueña en otra tierra
con tu gozo ajeno
mis ganas intactas
tu beso imposible
tu sexo soñado.
Ya me veo a tu distancia
lleno de nostalgias
mientras recuerdas con gozo
un momento frente a mi.

Que no daría...

Quién pudiera derramarse
un instante en tu desnudez
lamerse tu piel
mientras te abraza el deseo de poseerme
Que no daría por poseerte en este instante
frente a todos,
sin vergüenza.
Que no daría por morder
tus entrañas que gimen
y tragar la savia que emana tu vientre.
Que no daría
por tu mirada despiadada
pidiendo más, sin poder
tus ojos cerrándose de placer
tu cuerpo mío por siempre.