Laberinto ( Parte I )
La secuencia inicial
de todo aquello que nos va persiguiendo
se siente cada vez que nos despertamos
con la idea de flotar
sobre un mar que rodea
un laberinto en espiral.
Todo lo que nos inquieta
se va adormeciendo
como paisaje encendido
de tarde y fuego
en una mirada que se pierde lejana
con sin sabores
de sueños a mitad.
Se queda atrás
cada uno de los rumores
que solíamos perseguir
contando vientos y memorias,
mientras alumbrábamos
con luz de vela nuestro pecho,
buscando la mancha que deja
el rocío de una copa rota
sobre nuestra sobriedad absoluta
que quiere, hace rato,
dormirse en el estupor
de una noche confusa
entre agudas trompetas,
cueros disueltos por la sal de un trago.
de todo aquello que nos va persiguiendo
se siente cada vez que nos despertamos
con la idea de flotar
sobre un mar que rodea
un laberinto en espiral.
Todo lo que nos inquieta
se va adormeciendo
como paisaje encendido
de tarde y fuego
en una mirada que se pierde lejana
con sin sabores
de sueños a mitad.
Se queda atrás
cada uno de los rumores
que solíamos perseguir
contando vientos y memorias,
mientras alumbrábamos
con luz de vela nuestro pecho,
buscando la mancha que deja
el rocío de una copa rota
sobre nuestra sobriedad absoluta
que quiere, hace rato,
dormirse en el estupor
de una noche confusa
entre agudas trompetas,
cueros disueltos por la sal de un trago.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home